El mundo de tu mano

Cuando del brazo leas mis poemas
de una noche callada y encendida,
blanca y frágil, la frase nunca oída
ira cambiando todos tus esquemas.
La esencia es fuego y frío, no le temas.
Todo se aprende con tiempo y medida:
los inviernos de cada despedida,
los veranos de amor con que te quemas.
Yo escribo, echo de menos la ventana
que nos hizo de puerta hacia la luna
y nos traía el sol en la mañana.
Nada en este pesar ha sido en vano.
Tu sigues siendo luz como ninguna,
yo sigo viendo el mundo de tu mano.
(Antonio Guerrero Rodríguez)

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Perdí muchas veces y muchas cosas en mi vida. Pero junto a ese “perder” hoy intento el valor de “ganar“. Porque siempre es posible luchar por lo que amamos, y porque siempre hay tiempo para empezar de nuevo...


Photobucket