Cuando el mundo se vuelve un abismo y todo se cae ,tus manos no se aferran a algo, se aferran a alguien, alguien que no te deja caer. Cuando tú diste tu mano ya no hay forma de soltarla, ya no es tuya, está unida a la del otro, las dos manos son una.
Las manos nos unen, nos suman, cuando damos la mano dejamos de ser yo para ser nosotros.
Mi mano ya no es mía, es tuya, o nuestra. Nunca voy a soltarte la mano, pase lo que pase.
(Desconozco su autoria)
No hay comentarios:
Publicar un comentario